El FC Porto cayó derrotado anoche en el Madrigal por 3 goles a 2. Sin embargo, el 5-1 cosechado en el partido de ida por las semifinales de la Europa League le vale para disputar en Dublín la final del campeonato europeo. Enfrente tendrá a un equipo que conoce bien, el Sporting de Braga que obró el milagro y eliminó al Benfica gracias al valor doble de los goles en campo contrario. El conjunto portista tiene todo el favoritismo en el último duelo, y se lo ha ganado a pulso el bloque de Villas Boas. Empezando por su entrenador, de tan solo 33 años y camino de lograr el triplete en su primer año en el equipo de su corazón. Ha logrado formar un grupo sólido, ofensivo y con hambre. Hasta el partido de ayer no conocía la derrota y contaba sus visitas europeas por victorias. Pero si importante es el comandante, más lo son los soldados. Desde Helton hasta Falcao, el Oporto triunfa por su gran bloque. Con una parte ofensiva capaz de asustar a cualquier rival, la retaguardia baja el nivel, pero el sacrificio de todos sus hombres suple las carencias. Fernando es el eje, el tipo que mantiene la posición y ordena desde el centro al ejercito del dragón. Ayudan Moutinho y Guarín como interiores, presionando en la salida al rival y ayudando a la llegada en posesión de balón. Por las bandas el trabajo es, generalmente, para Varela y Hulk. El brasileño es la verdadera bestia de la liga portuguesa, todo músculo y potencia. Cierra la postal un Falcao enrachado, con la portería entre ceja y ceja, que ha logrado cinco goles ante Diego López en esta última eliminatoria.
El Oporto lo tiene todo para cerrar una temporada perfecta. Ya tienen la Liga, y disputarán las finales de Copa y Europa League. Grandiosa el trabajo de André Villas Boas.
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