Como en el Camp Nou, el Valencia jugó con las ideas claras; como en el Camp Nou, el Valencia puso contras las cuerdas al Barcelona; y como en el Camp Nou, Messi le ganó la partido al sistema de Emery. La historia se repitió anoche 19 jornadas después.Mestalla arrancaba el Valencia-Barcelona, tercero contra primero, como si de un partido de Champions se tratara, implicado como pocas veces con su equipo. Sin disponer de un especialista defensivo del que tirar en el mediocampo, Emery confió en la pareja Banega-Tino Costa para manejer el equipo, tarea que los argentinos supieron asumir con solvencia. La estrategia estaba bien aprendida por parte de los valencianos, presionando fuerte en el ataque y no dejando tiempo para que los pequeños genios del Barça pudieran pensar. Y a punto estuvo de encarrilarse el encuentro con un gol de Jordi Alba anulado por un fuera de juego muy ajustado, difícil decantarse de primeras en su el linier acertó o no.
El juego del Valencia incomodó al líder, que sin embargo dispuso de varias ocasiones para adelantarse, merced a errores individuales de la defensa ché. Guaita lo paró casi todo, no pudo con Messi, verdadera pesadilla para Emery en los dos partidos de esta temporada. En un acción protagonizada por Adriano en banda izquierda, el brasileño tuvo la capacidad para habilitar al argentino que entraba libre por el centro. A punto estuvo de salvarlo el joven guardameta, que llegó a tocar el balón, pero el 0-1 era una realidad que aguantaría hasta el final del partido. Los chicos de Pep Guardiola salvan uno de esos partidos en los que podían dar vida al Real Madrid y demuestran que están mentalizados para no tirar la Liga y seguir dominándola con solvencia.
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