La necesidad del spray en Europa

Andoni Delgado Baz

Uno de los problemas que vive el fútbol europeo hace referencia a la distancia de la barrera en los lanzamientos a balón parado. A los árbitro les resulta difícil mantener a raya a los defensores, ansioso por presionar al rival y reducir así las posibilidades de encajar gol. Los que lo sufren son los rivales, y más todavía los lanzadores, que se ven impotentes ante la viveza de los jugadores que forman el muro. Personalmente, creo que este es un sufrimiento innecesario. Siempre que veo partidos de la liga argentina, pienso lo mismo cuando veo que a los jueces echarse la mano al bolsillo, coger un pequeño bote e imprimir en el césped una línea blanca para tener controlados a los defensas. El conocido spray lleva un tiempo siendo utilizado al otro lado del charco y los resultados no pueden ser mejores. Es sencillo; en primer lugar, el árbitro marca el lugar desde el que se efectuará el lanzamiento, y tras medir la distancia, marca una línea que parece encerrar a los rivales, temerosos de sobrepasarla por el miedo a ser sancionados. Lo bueno es que el efecto de este aerosol apenas dura medio minuto, por lo que la mancha irá desapareciendo, volviendo el césped a su estado habitual. Desde que en Argentina tomaron esta medida, los goles de falta han aumentado, dando a las aficiones mayor disfrute y a los especialistas en alivio que antes no tenian.